Temblores (...)

hilvanar en auroras
un silencio

mecido en salmos.

En mí.

Del arco,
madero que en su Canto,
cautiva al jilguero.

Trino

¡Sea en el Amado! dispersión en cantos de jardines silentes.

Templarios

Oh canto divino, fuegos y nombres que la Sibila alcanza.

Sortilegio

¡válganme las amapolas! tener tan cerca a la muerte y no podérmela beber.

En Festejo

¡Ay, como en las torres, como en las torres cantan al Hijo! Del fuego apartan su Nombre y a la doncella envían el Trino.

Lirio

Entre oropeles, la doncella entabla vasallaje con la nieve.

Estancia

Estos caminos desando, agua con su trino, verde en pleamar. Su talle calza y mi estrella despunta lodazales. Callo por no agotar, éstas, mis horas dormidas, con flores y uvas secas, con la lluvia entretejida, suave canto peregrino, del que atiende templadas Oraciones

Caridad.

Pudo la noche, en su copa, encerrar el veneno. Pudo la hoz hallar su corona y el trigo su manto estrellado. Pero el adiós, dime, ¿quién lo despojó de mi lado?

Visión

Los olivos, los olivos y los trinos escardan el oro en maitines para que el ojo del Hombre no desprecie el contento.

Copa y Madera.

tu Cuerpo, entre cenizas, la cena ha traído esta es la Hora y el brocal para el Abrigo

Copla Blanca

Quién presagia los ríos? ¿Quién puede silente, escardar una flor?

Los trajes de Mayo

y entre los vientos, voy plantando los naranjos. sombra perenne de aquello que cantamos.