Así sea
Un canto alzó los vientos. Era un día de azures, si mal no recuerdo.
El canto no era dorado como los otros.
Sus notas eran hebras de río y murmullo de una madre en oración.
Nadie supo cómo se entonaba ese reflejo, ese solo alivio.
Campesinos del rey, aseguraron que sus cosechas eran diezmadas por destellos, por lumbres que no agotaron su asombro, fugaz, pero sereno.
Tardé un poco en reaccionar, pero aún cuento, como ciego en sus delirios,
sus besos y su Sangre destilando primaveras.
1 Comments:
Me encanta...
Besos!
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