sopor

prendido en sol el nombre arrojado en el teatro vaciado de pozos con las hachas en ascuas yo no el camino que me ruge y la sombra tras mi lomo o el cristo que es ahora cien veces el espacio tanto espacio ahogado en la copa con la luz más obscena el espacio el espacio de morderme los gritos justo en el puente en esa virtud que roída aún palpita entre las piernas con ciego con ciego ciego recelo y disparo antro y sol para los nombres amarrados en el acto de ladrar y de ver podrirse a la madre.